Asistimos el otro día, aunque es posible que mucha gente no lo haya visto, al enésimo bochorno parlamentario protagonizado por la aplaudidora mayor del reino, a la sazón ocupante de una de las incontables vicepresidencias a la par que cabeza visible de ese Ministerio convertido en una maquinaria perfecta en la que esquilmar a la mayoría para distribuir entre la minoría.
Un mercadillo en el centro de Madrid
Un mercadillo en el centro de Madrid
Un mercadillo en el centro de Madrid
Asistimos el otro día, aunque es posible que mucha gente no lo haya visto, al enésimo bochorno parlamentario protagonizado por la aplaudidora mayor del reino, a la sazón ocupante de una de las incontables vicepresidencias a la par que cabeza visible de ese Ministerio convertido en una maquinaria perfecta en la que esquilmar a la mayoría para distribuir entre la minoría.