Así, a la francesa, es como han amanecido ayer martes muchas carreteras y puertos en España; y no porque nadie se haya despedido de tal modo, sino porque nuestros agricultores se han dado cuenta de que, lamentablemente, no hay mucho más remedio que seguir el camino marcado por, curiosamente, quienes les han vilipendiado y considerado sus peores enemigos.
A la francesa
A la francesa
A la francesa
Así, a la francesa, es como han amanecido ayer martes muchas carreteras y puertos en España; y no porque nadie se haya despedido de tal modo, sino porque nuestros agricultores se han dado cuenta de que, lamentablemente, no hay mucho más remedio que seguir el camino marcado por, curiosamente, quienes les han vilipendiado y considerado sus peores enemigos.