Lo que apuntan a ser árboles tremendos del tamaño de secuoyas, quizás hayan hecho que unos pequeños arbustos pasen ligeramente desapercibidos.
En otras palabras, es posible que el caso KoldoAbalosArmengolSanchezandcia haya hecho que muchas personas no se hayan enterado de una de las mayores tropelías que provoca ese tremendo despropósito llamado Ley de Vivienda, y en concreto el índice de precios de referencia para el mercado de alquiler recientemente aprobado.
A ver si nos enteramos de una vez, la intervención de un mercado mediante la fijación de precios y la asfixia al ofertante, no ayuda a reducir los precios sino todo lo contrario. Es algo muy simple, tan simple como la pura ley de la oferta y la demanda, esa que se explica en primer curso de alguna carrera pero que debería ser de obligada enseñanza en el bachillerato, porque no es ni mucho menos rocket science. Coño, no es tan difícil de entender, la escasez de un bien en el mercado hace que quienes necesitan - o quieren - comprarlo se vean obligados - o estén dispuestos - a pagar más; por el contrario, si hay exceso de oferta, el ofertante se verá obligado a bajar el precio para dar salida a su producto, hasta llegar a ese axioma que dice que a precio cero, demanda infinita.
Intervenir el mercado de alquiler de viviendas va a tener, en aquellos lugares que lo apliquen (afortunadamente esto queda en manos de las CC.AA. y dudo mucho que sean más de tres las que se suban al carro), un efecto devastador sobre la oferta de alquiler, dado que los inversores verán mermada su rentabilidad, planteándose por tanto la opción de trasladar su dinero a otro tipo de activos. Adicional, dará lugar a que lo que se mantenga en el mercado comience a tener cada vez más deficiencias en mantenimiento, dado que los números que arroje una reinversión no van a salir. Y para qué hablar de la más que probable vuelta al doble pago, el que va en transferencia y el que va en sobre. En fin, las consecuencias son múltiples y ninguna positiva; y si no están de acuerdo, echen un vistazo a lo ocurrido en Berlin, no hace falta irse a alguno de los países americanos que seguro nos vienen a la cabeza. No, simplemente echemos un vistazo a una de las ciudades más importantes de ese cadáver andante llamado Europa. Haciendo lo mismo, solamente se pueden esperar resultados iguales.
A ver si de verdad llega el día en que alguno se de cuenta, y se atreve a probar otras recetas, tales como una ley liberalizadora del suelo y que fomente la colaboración público privada para la vivienda pública (lo de social no me gusta) mediante el abaratamiento de los costes de producción a través de algo tan sencillo como las exenciones fiscales. Ahí si que íbamos a ver un efecto positivo en los precios, o al menos así lo veo yo.
Creo que de esto sé un poco. Tú también, dada tu experiencia profesional. Como añadido sólo comentaré lo que Milei logró en Argentina durante el mes de diciembre pasado y enero de este año. Desinterviniendo y desregulando el mercado de alquiler, en Buenos Aires se logró una bajada en un mes de más de un 5% en el precio, dado el incremento de oferta. En España, los costes fiscales (impuestos) del desarrollo de suelo y después de la construcción y venta de viviendas pueden llegar a ser del 25 o 30% del precio final de venta. Imaginemos que esos costes se eliminan o se reducen a la mitad. Sobre todo, la acumulación de ITP por cada paso en el desarrollo urbanístico de la parcela, desde la inscripción de la compra del solar hasta la venta definitiva de cada vivienda, pasando por la inscripción del Plan de desarrollo que le afecte, la división horizontal, etc. Cada vez que se hace un trámite de estos, se paga entre el 7 y el 9% (dependiendo de la voracidad recaudatoria de cada CCAA) sin restar lo ya pagado, por lo que ese coste se va acumulando y lo paga al final el sufrido comprador.