Cuando era niño y veía a un tipo de más de medio siglo, pensaba sin excepción alguna que me encontraba ante un auténtico vejestorio; casi alcanzada esa frontera, al ver mi imagen confrontada en el espejo, agradezco no tener esa misma percepción, aunque quizás sea solamente una cuestión de autopercepción ajena a la realidad.
No estoy preparado
No estoy preparado
No estoy preparado
Cuando era niño y veía a un tipo de más de medio siglo, pensaba sin excepción alguna que me encontraba ante un auténtico vejestorio; casi alcanzada esa frontera, al ver mi imagen confrontada en el espejo, agradezco no tener esa misma percepción, aunque quizás sea solamente una cuestión de autopercepción ajena a la realidad.