“Juan, mándame un report con los main insights que hayáis obtenido en el research con potential customers que quiero tener un buen storytelling para llevar a la meeting del board. Preparalo asap, da igual que sea un draft, así puedo ir mirando y te doy feedback, porque tenemos un deadline bastante apretado”.
“Señor López, hágame por favor un informe con las principales conclusiones que hayan salido en el estudio que se hizo con clientes potenciales. Me gustaría exponerlo en la próxima reunión del Consejo. Si es posible hágame llegar un borrador cuanto antes, así puedo darle mis comentarios al respecto y los puede incorporar en la versión final, porque no tenemos demasiado tiempo. Muchas gracias.”
Contexto: Gran empresa española. Años 20xx vs Años 19xx.
Ambos mensajes dicen lo mismo; ambos mensajes se dirigen desde el mismo emisor al mismo receptor; ambos mensajes tienen el mismo objetivo. Encuentren ustedes mismos las diferencias y juzguen por sí mismos. Me he abstenido de redactar el primero de ellos al modo moderno, es decir, obviando deliberadamente tildes, signos de puntuación, etc. Eso lo dejamos para otro día, que hoy quiero centrar el tiro en la supina estupidez en la que el uso de terminología anglosajona ha sumido a muchas organizaciones. Admito que no me he podido abstener de utilizar el tuteo en el primer mensaje mientras en el segundo el receptor es tratado siempre de usted, pero también dejamos ese tema para otra ocasión.
Miren ustedes, si queremos potenciar el uso y conocimiento del idioma inglés en nuestro país, hagámoslo sin dudarlo un instante. Desde la educación, desde el cine, desde la televisión, desde las oportunidades de inmersión en el idioma. Vamos, seamos nórdicos (o simplemente portugueses, que tampoco hay que irse tan lejos para ver cómo se hacen las cosas bien en este sentido).
Pero, por favor, dejemos de potenciar la estupidez más supina, representada en este caso por el uso excesivo de anglicismos, solamente porque creemos que eso nos hace más guay (no, no pienso decir más cool). Bastante tontería hemos provocado ya en esta sociedad como para incrementarla más aún, bros.
Si hablamos en inglés, pues en inglés. Si hablamos en español, pues en español. Como se suele decir, vamos a setas o vamos a Rolex.
Y no olvidemos que nuestra lengua es la segunda del mundo por número de hablantes nativos, la cuarta del mundo por número de hablantes totales y la cuarta del mundo por número de países en los que se considera idioma oficial. Dejemos ya de ser tan cainitas y de maltratar gratuitamente nuestro riquísimo idioma.
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Good story, por fa asap publica la siguiente. Te daré feedback😉