¿Qué tienen en común Federer, Jordan, Severiano….? Son ejemplos de tipos que han sido increíblemente buenos en sus disciplinas deportivas, jugadores que sin duda alguna están entre los mejores de la historia en sus respectivos deportes, pero a la vez sobre los que puede haber un debate, absolutamente lícito, sobre si han sido los mejores o si por el contrario, los Djokovic, Nadal, Lebron, Tiger…..han sido mejores que ellos.
Toni Kroos también representa, en mi opinión, el triunfo de la elegancia, la victoria de la estética, la belleza de hacer parecer fácil lo difícil. Y, a la vez, la virtud de la discreción, el liderazgo silencioso y desde el ejemplo, el brillo colectivo por encima del individual.
Desde que mi padre me empezó a llevar al Bernabeu, he tenido la suerte de ver a jugadores increíbles, pero desde siempre me ha impactado mucho más el tipo de jugador que da la impresión de no tener que esforzarse para hacer cosas grandiosas: fui admirador de Butragueño por encima de Hugo Sánchez, mi jugador favorito de la Quinta fue Martín Vázquez, admiré a tipos como Schuster, Redondo o Xabi Alonso, siempre fui más de Guti que de Raúl, el galáctico que más me impresionó fue Zidane….Y he tenido la suerte de disfrutar durante diez años de un dúo irrepetible con Kroos y Modric; en ese tiempo hemos visto infinidad de goles de un auténtico monstruo, a uno de los mejores centrales españoles de la historia, un delantero centro descomunal, un lateral izquierdo de lo mejor que he podido ver jamás, disfrutamos actualmente de una camada de jóvenes llamados a lo más alto…..pero estéticamente nada en absoluto como esta pareja, sin la cual serían inexplicables los éxitos y buena parte del disfrute de la última década. Como tantos otros, Toni Kroos se irá sin galardones individuales, pero da igual, porque todos sabemos que su aportación individual al tremendo palmarés colectivo siempre ha sido decisiva e insustituible.
Dijo Aristóteles que la belleza es buena pero no todo lo bueno es bello. A Kroos nadie le podrá discutir la belleza de su juego, y por tanto la bondad; nadie le podrá discutir haber sido tan sumamente estético, haber hecho las cosas tan “fáciles” que parecía que no había un tremendo esfuerzo y trabajo detrás como en los ejemplos mencionados anteriormente, haber sido tan elegante y a la vez tan efectivo en su juego
Pedí a los Reyes Magos una camiseta con el 10 y no con el 8, pensando que este año sería la última oportunidad de tener ese 10 y que aún me quedaría un año más, al menos, para poder hacerme con la del 8. Pero hay veces que el deseo de que algo no suceda vela en nuestras mentes la realidad, haciéndonos creer que es imposible que ocurra, que no toca todavía; por ello hoy luce en mi armario ese 10 y no lo hace ese 8.
Gracias por todo Toni, sal triunfante de ese último baile que te queda y mantente siempre como uno di noi.
Buenísimo
Te falta Michael Laudrup