Soy un cobarde, al igual que posiblemente muchas otras personas, la gran mayoría incluso. Pero afortunadamente, no soy un imbécil, a diferencia de muchísimos otros que aúnan la estulticia a la pusilanimidad.
Mi padre fue empresario, con mayor o menor éxito dependiendo de las etapas, con grandes altibajos, pero siempre generador de empleos. Tengo un hermano y una hermana absolutamente cracks que generan actividad; también un cuñado y también sobrinos, además de buenos amigos que también son empresarios. Añado compañeros de colegio o de universidad que se liaron la manta a la cabeza en su momento y decidieron crear riqueza. Yo no; yo, pese a haber tenido dentro la inquietud en muchos momentos, he apostado por otra vía, ojo, igualmente honrosa pero menos valiente, la vía del trabajo por cuenta ajena. Quizás, casi seguro incluso, por cobardía. No quiero decir que sea la vía fácil, porque no lo es, pero coincidamos en que es un camino de menor riesgo y de rentabilidad casi cierta, menor que en la empresa propia en algunos casos y mayor en otros, pero cierta salvo que te encuentres en situación de desempleo. Por este lado, he sido cobarde.
Por otro lado, es posible que haya quien piense de mi que si que soy un imbécil, que le vamos a hacer, pero en este tema en concreto niego la mayor rotundamente. ¿Por qué en lo que a este asunto se refiere no soy un imbécil? Porque jamás se me pasaría por la cabeza hablar de todas estas personas ni de cualquier otro empresario (ojo, empresario no es lo mismo que alto ejecutivo, confusión frecuente y estúpida y muchas veces inducida sibilinamente para poder hablar mal del ejecutivo en cuestión) como viles explotadores, nunca podré estar de acuerdo en considerarles los malos de la película, en ningún caso dudaré de su contribución a la sociedad, de ninguna manera podré desear que les vaya mal sino todo lo contrario, no apoyaré nunca que se les asfixie fiscalmente sino que se les de el marco más liberal posible para que puedan generar mayor actividad; sin ellos no habría trabajo, sin ellos no tendríamos la capacidad de poder pagar impuestos tanto directos como indirectos, sin ellos no existirían esas subidas salariales que los parásitos del sistema se atribuyen entre sus méritos, sin ellos no se podría alimentar ese tótem del estado del bienestar que es la seguridad social. Tantas y tantas razones que nos llevaría mucho tiempo a mi escribirlas y a ustedes leerlas.
Por supuesto que quien monta su empresa lo hace con el propósito, entre otros, de ganar dinero, faltaría más; aunque lo haga por necesidad sobrevenida, en forma de no poder encontrar un empleo por cuenta ajena. Y ese propósito no solamente es lícito sino absolutamente justo. Y por ser lícito y justo, debemos hacer de escudo entre ellos y los imbéciles que defienden la imposición sin límites hasta rayar la confiscación, que condenan el éxito ajeno desde el púlpito que les facilita la supina ignorancia de muchos, que defienden la burocracia más inútil cuya consecuencia es que muchos se queden en el camino, que celebran el fracaso de quien se ha visto empujado al cierre por asfixia, y que en la mayoría de las ocasiones basan su imbecilidad en la envidia que les corroe por saberse incapaces y cobardes para asumir el papel de estas personas.
Imbéciles del mundo, si lo veis tan fácil y tan bonito, hacedlo; poned en riesgo vuestro patrimonio, trabajad sin descanso por sacar adelante el proyecto, hacedlo crecer y generad riqueza. Si no, callaos, respetad y agradeced a quienes lo hacen y no dediquéis vuestra estupidez a complicarles la vida. Sin ellos seríamos mucho peores, sin vosotros quizás mucho mejores.
Te animo a compartir esto con algún amigo, familiar o conocido, empresario o autónomo, que sepan que no están solos frente a los imbéciles.
IMPRESIONANTE
Es sorprendente que en este nuestro País, en esta nuestra querida España donde a diferencia del resto de Europa el tegido
Empresarial es básicamente Pymes y autónomos, los gobernantes ergo las leyes que se promulgan partan de la premisa de "Empresario Malo" " Empresario enemigo y cruel con el proletariado"..... y sin gente Emprendedora no habría trabajo en este país... Y lo dice "Un Cobarde" redomado pero no imbecil